¿Quien debe ser el jefe? Cuando se creó el ser humano, todas sus partes querían ser el jefe. El cerebro dijo: Los pies dijeron: Las manos dijeron: Y así siguieron el corazón, los ojos, las orejas, y los pulmones. Por fin habló el ojo del culo, y pidió ser el jefe. Las otras partes del cuerpo se echaron a reír ante la idea de que un ojo del culo pudiera ser el jefe. El ojo del culo montó en cólera, se cerró y se negó a funcionar. Rápidamente el cerebro enfebreció; los ojos se pusieron bizcos y vidriosos; los pies, demasiado débiles para andar; las manos colgaban sin fuerza, el corazón y los pulmones luchaban por sobrevivir. Entonces todos suplicaron al cerebro que cediera y permitiese al ojo del culo ser el jefe. ¡Así se hizo! Todas las otras partes del cuerpo hacían el trabajo mientras que el ojo del culo las dirigía y se ocupaba, principalmente, de la mierda, como todo jefe digno de este título. Moraleja: No hace falta ser un cerebro para llegar a jefe; un ojo del culo tiene, claramente, más posibilidades. ¡Mire a su alrededor para convencerse!
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